lunes, 8 de diciembre de 2014

Cheri o Changri Dorjeden

El domingo pasado fuimos a visitar el último templo que es accesible para nosotros, se llama Cheri o Changri. Subir a los templos es una buena excusa para pasear por las montañas con un objetivo y todos merecen la pena pues cada uno tiene algo distinto.

Este está al lado de Tango, en la siguiente colina y se accede a través de un puente de madera y casi una hora de escalada por un camino bastante empinado. El paraje es espectacular pues es el final del valle de Timbú y donde empieza el parque nacional Jigme Dorji. Antiguamente estos dos templos eran los protectores de este valle y marcaban su final en el norte, hoy en día siguen teniendo esta importancia.

Fin del valle, ¡no hay más!

Cuando llegamos arriba, nos encontramos en sus laderas con varios animales, unas cabras montañesas enormes, un caballo y varias cabras-antílope:

Caballo de los Himalayas

Cabra-antílope de los Himalayas

Atravesamos la puerta y todavía tuvimos que subir más escaleras para llegar a la capilla. En su entrada vimos que este templo es uno de los que ha subyugado a los demonios de esta montaña y que es un monasterio dedicado a la meditación, al retiro y al estudio del budismo y otras artes.

Entrada al templo



Capilla allí arriba
Vista de Cheri

Realmete es un sitio perfecto para la meditación, ni un sonido, aire puro y naturaleza.

Entrada a la capilla

El parque Jigme Dorji debe ser impresionante, es una lástima que no nos permitan hacer el trekking de varios días, sería increíble. Por lo menos... ¡los turistas y butaneses lo podrán disfrutar!
Aquí os dejo un "trozo" de parque, donde paramos a tomar un tentempie.


 ¡La próxima entrada será la última!

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