sábado, 22 de noviembre de 2014

Las fiestas de Bután



Por fin os toca conocer las fiestas más grandes de Bután, el Drupche y el Tsechu. Como os podéis imaginar son fiestas sagradas y complicadas de explicar, pero intentaré hacerlo lo mejor posible basándome en un estupendo libro que leí  y en los comentarios que oí. ¡Si no os interesa, podéis pasar a las fotos y vídeos directamente!

Lo primero, deciros que hablaré solo del Tsechu y Drupchen de Timbu que es al que asistí y el que me impresionó sobremanera. Se celebra en el patio interior y en el exteriro de Tashicho Dzong que ya conoceís. El día fue muy caluroso así que las fotos y los vídeos tienen demasiada luz, ¡lo siento!

Esta fiesta se inició en el siglo XVII para conmemorar la venida/nacimiento de Guru Rimpoché (a estas alturas creo que sabéis quién es, ¿verdad? jejeeje) Guru R. predijo que volvería a la tierra el día 10 del mes 8 del calendario butanés, de ahí el nombre Tsechu (10). Estos eventos sagrados están diseñados para promover la felicidad y tienen la intención final de cultivar una mente iluminada en todos los seres humanos que los atienden. Están dirigidas por monjes ordenados completamente y por maestros iluminados bajo la tutela del Je Kempo. Desde 2008 el Tsechu se celebra en el patio exterior debido a la gran cantidad de gente que atiende.

El Drubchen: se dedica a la deidad protectora de Bután, Pelden Lhamo, por este motivo es muy sagrada y se celebra dentro del Dzong, en el patio. A través de su baile se pretende liberear a todos los seres humanos. Invoca también la protección de los desastres o eventos no deseados y busca mantener la paz y felicidad en todo el país.
Dura 3 días y consta de rezos y ofrendas que el común mortal extranjero no ve pues empiezan a las 3 o 4 de la mañana y es solo para el rey y otras personas importantes y para hombres. Las mujeres pueden mirar y escuchar desde una parte alta o por la ventana.
Sobre las 9 empiezan los bailes de máscaras de Pendel Lhamo y se intercalan canciones y bailes regionales. Las máscaras azules de Pelden Lhamo y las de su séquito animal siguen las instrucciones exactas de las visiones que uno de los santos tuvo de esta divinidad.
Esta celebración se abrió a los extranjeros hace poco y todavía hay muchas reglas para poder asistir, una de ellas es la de no hacer mil fotos o poner la cámara o vídeo delante de la gente pues no podrían ver. Por eso os mostramos 4 fotos, a nosotros no nos dijeron nada, ventajas de una cámara buena pero pequeña...He de decir que tuve que contenerme para no hacer más pues era todo alucinante, pero después de un rato, entendí el no hacerlas, demasiada sensación de estar en medio de algo muy sagrado y querer disfrutarlo. Asiste poca gente, así que me sentí afortunada de estar en una celebración íntima.

Poca gente de los pueblos y baile al fondo

Una máscara de una manifestación de Guru R.
Cada personaje enmascarado representa alguna característica del ser humano, envidia, furia, egoísmo, tantas que os aburriría. Bailan una a una, para juntarse en fila y volver a empezar, esto y la música te hace sentir un estado de calma increíble.

Todas las máscaras después de haber bailado horas, vuelven a bailar
El Atsara es el payaso de las fiestas, es el personaje que véis sentado en el suelo. En realidad es un gran maestro tántrico y conoce todos los bailes y la rutina de cada uno de ellos. Su función real es ayudar a que el festival vaya como la seda, que nadie se pierda o se olvide de los pasos del baile, que no haya interrupciones no deseadas, a la vez que ameniza esta sensación de rutina.
Atsara
El Tsechu: También empieza pronto por la mañana, sobre las 3 o 4, con las oraciones, mantras, mandalas, asisten las grandes eminencias, etc. Nosotros fuimos mucho más tarde, sobre las 10 de la mañana, cuando el calor ya empezaba a apretar y los bailes regionales ya terminaban.
Hay muchísima gente que viene desde todos los pueblos de Bután, se visten con sus mejores galas, traen comida y son felices. Aquí tenéis un ejemplo de los vestidos de las mujeres (Kiras) y de los hombres (Gos), algunos de los bordados son impresionantes, los hacen a mano y con seda, los más hermosos pueden costar hasta 10.000 euros o más.
Kiras y hombre con Go

Como he dicho antes, es un gran evento pero muy tranquilo y muy bien organizado. Dura 4 días y cada día hay un programa diferente, nosotros fuimos al último día y es el que os describiré.

Cuando llegamos estaban saliendo las bailarinas y bailarines, son profesionales del Real Colegio de las Artes y también baila gente normal de Timbu.

Bailarinas con sus trajes tradicionales de fiesta

















Después del baile tradicional llegó el momento de los bailes de máscaras. La siguiente información la he escogido del fantástico libro "Invocando la felicidad" de Khenpo Phuntshok Tashi.
La función del baile para todos, bailarines y espectadores, es la concentración de la mente y subsecuentemente su liberación de la dificultad de comprender los sentidos, pero no tiene efecto a no ser que los participantes inicien y propaguen estos procesos para su propia transformación.
Hay 3 Tipos de máscaras, las coléricas, las pacíficas y las semi-coléricas.
Las coléricas están formazas por 3 ojos y 5 calaveras. Los 3 ojos simbolizan en poder de ver el presente, pasado y futuro en el mismo instante, distinguiéndolos tan claramente como cuando ves un objeto en tu mano. Las 5 calaveras simbolizan las 5 familias de Buda y sus sabidurías asociadas que son omnipresentes para el beneficio de todos los seres humanos.
Las pacíficas abarcan la compasión ilimitada de todos los budas y bodhisattvas.
Los colores: el blanco, la pureza y la paz, el amarillo, el aumento de poder, el rojo, la longevidad, la compasión por todos los seres vivos y la sabiduría del discernimiento y el verde las buenas acciones.

Los gestos: todos los gestos de los bailes tienen su significado y son muy estrictos en su actuación. Por ejemplo, mientras suben la pierna derecha y pisan el suelo con toda su fuerza, deben enfocarse en esta acción como si destruyeran o suprimieran las 40 manifestaciones de la ira. Lo mismo con el pie izquierdo, solo que destruye las 33 emociones negativas del deseo.
Bailes
El sombrero negro, del s.IX, representa la subyugación de las fuerzas malignas que alteran el florecimiento del Buda y que son destruidas en el baile. El segundo baile representa la victoria sobre los 5 venenos (orgullo, celos, deseo, ira e ignorancia) que generan el sufrimiento de todos los seres humanos representados por las guerras, las enfermedades y el hambre.
El señor de la cremación, es tan raro que impresiona. Lo bailan 4 personas. La función de los trajes es recordar a los observadores la muerte la cual suscita pensamientos de la inevitable verdad de la impermanencia. El color blanco de los trajes ejemplifica la pureza de liberar las acciones y la mente.

El señor de la cremación
Ging y Tsholing, estos seres son deidades guardianas, previenen enfermedades, hambre y guerra en sus territorios. Las deidades femeninas son las que van dando bendiciones con el palo de su tambor en la cabeza de los asistentes, ¡nosotros las recibimos!



Ging
Gings
8 Manifestaciones de Guru Rimpoché, este baile conmemora las 8 formas que este santo tuvo que tomar para introducir el Budismo en los Himalayas. Casi al final del baile aparece en procesión G.R en persona a través de un monje que ha tenido que entrar en trance para ser poseído por él. Se sitúa debajo de Je Kempo y bendice a toda la audiencia, primero, claro está, a los mandatarios y luego al pueblo. Es como si un obispo se transformara en Cristo una vez al año, así os haréis una idea de la importancia de este último evento.

Un paso de baile
Je Kempo


Otra manifestación de G.R


Guru Rimpoche en persona debajo de la sombrilla
8 Manifestaciones de G.R y G.R al fondo

Vídeo del baile de las 8 manifestaciones de G.R.
Ya casi al final del festival, ha hecho un calor infernal y por los altavoces piden que ¡no se abran los paraguas! y es que en estas celebraciones o en los templos no se puede uno tapar la cabeza. 
Nadie hizo caso.
Scotty muerto del calor






sábado, 15 de noviembre de 2014

Taktsang o el Nido del tigre




La otra visión del mundo que conocemos:


Hace muchos siglos, antes del Budismo, había espíritus que dominaban las montañas y los ríos de Bután. Cada espíritu se encargaba de su zona y defendía a los lugareños si les apetecía y si no no, eran algo díscolos...
Cuenta la leyenda que llegó Guru Rimpoché (en la forma de Dorje Drolö) a implantar el budismo en Bután para salvar a los seres humanos de estos espíritus indómitos pero, para poder hacerlo, tenía que dominarlos primero. Unos de los más difíciles de aplacar fue el espíritu de Paro y sus montañas. Guru Rimpoché se subió a una tigresa (una manifestación de su consorte) y voló a una de las zonas más difíciles de alcanzar para poder luchar contra este espíritu. Llegó allí en los lomos de la tigresa y consiguió controlarle. Después de esto decidió quedarse a meditar unos meses en una cueva. Este es el templo Taktsang y uno de los más sagrados de Bután.

Este monasterio, a 3120 metros de altura, es uno de los lugares que siguen impresionando incluso habiendo visto fotos antes. Se llama Taksang o nido del tigre.
Esta entrada quizá sea más extensa de lo normal pues hay mucho que contar, muchas fotos que ver e información que dar para el futuro viajero independiente.

Como todo lugar difícil de acceder, hay que empezar pronto para disfrutarlo más. Nosotros salimos del hotel a las 8:00 (vaaaaleeee no es muy prontoooo). Hay dos formas de llegar hasta el campamento base, en taxi o andando, elegimos el taxi  claro (300 nus, unos 4 € ida). Llegamos al campamento a las 8:30. Aquí te deja el taxi y se supone que cuando terminas le tienes que llamar y te viene a recoger para devolverte a la ciudad.
En este campamento es donde empieza el sendero que te llevará hasta el monasterio, normalmente se tarda entre hora y media y dos horas en llegar a la cima. Todo depende de lo rápido que vayas y de lo que te guste disfrutar del entorno, la subida en sí es lo mejor de la visita para mí. ¡Nosotros tardamos 2 horas y media! El camino está bien marcado y hay mulas que te llevan bastante arriba si no quieres andar tanto o ¡tienes problemas de rodilla! Yo aconsejo subir andando y en esta entrada intentaré que veáis el porqué. También hay un café/restaurante a mitad de camino y bancos para descansar en todo el trayecto. A parte de esto, el resto es naturaleza pura.

Ese punto blanco es el monasterio

Esta es la vista de nuestro reto. Si os fijáis, en la cima de esa montaña hay un "algo blanco", ese es el monasterio, increíble, ¿no?
He de confesar que en Timbu pensé que no llegaría, pero una vez ahí, viéndolo, supe que sí. Para conseguir lo que quieres solo hay que ponerse a ello, eso es lo que me dije.

Inicio del camino









 Mirad el brillo de las hojas, oled la humedad de las plantas y sentid la temperatura de los bosques densos. Todo esto nos acompañó en nuestra ascensión y me gustaría que os lo imaginarais vosotros también mientras veis las fotos. Bueno, también huele a "caca de caballo" pero eso no os lo imaginéis, ¿vale?
Fuente de agua sagrada
Os dejo con las imágenes:

Con energía
El bosque, ya no se ve el campamento
Seguimos
Algunas mulas y el monasterio más cerca
Área de descanso
Algunas flores

El valle de Paro
¡Casi estamos!

Las nubes cubren nuestro destino
Mitad de camino
Aquí está la cafetería y la zona final de caballos
 A la mitad del camino llegamos a las 9:45.

¡Ya basta!
¡Pero no queda nada!
Y justo entonces el paisaje cambia...y la emoción vuelve, ¡ya nos acercamos!


Bosque de pino azul


Ya lo conocéis, ¿verdad?
¡Qué maravilla!

Por fin estamos a punto de llegar, subimos y subimos acompañados de lluvia leve para al rato.....¡BAJAR! Sí, como está en otra montaña diferente a la que escalas necesitas bajar para llegar a la conexión entre las dos montañas, ¡impresionante de veras! ¡Por fin llegamos!

Justo antes de empezar a bajar

¿A dónde vamos?

Bajando...

Una vez llegas abajo, te encuentras con una maravillosa cascada, una fuente y unas escaleras que van hacia arriba de nuevo. Llegamos a la entrada a las 11am. Tienes que enseñar tu DNI y dejar tus cosas, entre ellas, la cámara. NO se pueden hacer fotos dentro, así que nada tenéis para ver...

Nos dimos una vuelta por todas las "capillas" para terminar sentados escuchando los mantras acompañados de las músicas de los monjes a las 12. No tienes que hacerlo si no quieres, pero coincidió que les tocaba y aprovechamos la oportunidad de escucharles y estar en paz.
Para la música usan chinchines, la trompeta clásica larga que habréis visto en documentales, una campanilla y otra "trompeta" pequeña hecha con el fémur de un ser humano.

Los ojos enigmáticos

Decidimos bajar, eran las 12:30 y nos iba entrando el hambre...A la cafetería llegamos a la 1:30 y al campo base a las 2:20. Llamamos a nuestro taxista pero... ¡no podía venir!, parece ser que tardamos más de la cueta...No pasa nada, ya puestos a andar, seguimos andando cuesta abajo en dirección a Paro, "algún taxi vendrá" pensamos. Anduvimos media hora entre más bosques y finalmente bajó un taxi vacío que nos llevo a Paro y al hotel. ¡Suerte que nos habíamos llevado aperitivos para tantas horas!







Punakha

Para mí, lo más bonito de Bután son los caminos a tu destino. En este caso el destino es Punakha, la antigua capital de Bután.
Cogimos un taxi compartido (300n/4€) que haría los 70 km que nos separan en tres horas. Después de que el taxista terminara con los recados en Timbú, nos pusimos en marcha.
En el taxi
El camino a Punakha atraviesa un puerto de montaña, el Dochula pass, desde el que en un día claro se puede ver toda la cordillera de los Himalayas. Nosotros tuvimos suerte y ¡vimos los picos! La verdad es que hizo un día precioso y caluroso. Paramos para hacer las típicas fotos y ver Gasa a lo lejos, otro pueblo de aquí. La foto que os muestro no está tomada desde un avión, es bastante impresionante darse cuenta de que sobre esas nubes se asoman tímidos los picos de las grandes montañas de Bután.

Picos sobre las nubes


De vuelta al taxi y bajando hacia el valle...paramos para comer, como veis ¡no hay prisa por llegar! Este es el restaurante y los taxis típicos aparcados fuera. 
Taxis y restaurante
Como era pronto y yo no tenía hambre, me di una vuelta por la carretera polvorienta a ver el paisaje. Punakha es famosa por el arroz, el rojo y el blanco, ¡están buenísimos! Así que vi arrozales por todas partes y a los granjeros recogiéndolo y ordenándolo perfectamente. ¡Qué idílico es el campo!
Orden en el arroz
Terrazas
Seguimos ruta y llegamos a Punakha. Pensaba que iba a ser un poco más grande pero no, aquí lo tenéis, cuatro casas, un monasterio y un río, ¡precioso todo junto!
Terrazas vistas desde el pueblo

El monasterio

Una calle

El pueblo completo
¿Que no os doy información? En realidad esta es la ciudad nueva, Punakha antigua está enfrente del Dzong, a unos cuantos kilómetros de esta ciudad, ¡imaginaos! 
Punakha antigua y su río
Como dije antes, Punakha era la antigua capital pero la trasladaron a Timbu en 1955. Como es más cálida que Timbu, todos los monjes de Timbu se trasladan aquí en invierno y vuelven a Timbu en verano que es más fresco. No viven mal, sobre todo cuando veáis su monasterio.

Todo el valle está atravesado por dos ríos, el Pho Chu y el Mo Chu y el Dzong se encuentra en la confluencia de estos dos ríos, el río resultante es el que baña los márgenes de la nueva ciudad. 

Es una ciudad pequeña, tiene bastantes ultramarinos, supermercados, algún que otro restaurante que se encuentra con lupa, un bar-club y un mercado, todo en tamaño mini. ¡Me encantó!
En una de nuestras mil vueltas nos encontramos con unos niños que quisieron que les hiciéramos una foto, así que ahí la tenéis.
Niños
Después de comer nos fuimos a visitar el Dzong. La traducción de su nombre sería algo así como "El palacio de la gran felicidad", aquí se casaron los actuales reyes, se coronó al primer rey de Bután y se encuentran las reliquias del lama tibetano (Ngawang Namgyal) que unificó Bután y sentó las normas de este país que todavía siguen. Bastante importante, ¿no? Se construyó en el siglo XVII y dicen que en dos años lo terminaron, como el monasterio del Nido del Tigre que ya conocéis. Como está situado entre dos ríos tiene el peligro de ser inundado por ellos, ya ha pasado antes, inundado por el agua de los lagos de los glaciares, ¿es posible?

¡SENSACIONAL!


Yo no había visto fotos antes y  no sabía lo que encontrarme. Para mí es el Dzong más bonito que he visto en Bután, por dentro tiene ese caracter de decadencia cuidada que tienen algunos edificios antiguos y por fuera, sobran las palabras. Es un lugar idílico, así que no me extraña que se trasladen aquí los monjes de Timbu. 

La sala central (no permiten hacer fotos) es como una catedral, está llena de pinturas de la vida de Buda desde que nació, pinturas de mandalas en los techos, estatuas enormes de madera policromada de Guru R. y Buda y otros seres que no reconozco. Y el resto son habitaciones, pasillos, puertas y escaleras que no sé a dónde llevan...

Antes de cruzar el río, vaca libre

El puente de madera que te lleva al Dzong
Entrada a la gran sala


Uno de los patios interiores


Pasillo en el tejado

Vista desde el tejado de la confluencia de los dos ríos
Vista de los HImalayas altos por el otro lado del Dzong

Una pintura
 Al día siguiente volvimos, el cielo más cubierto, más oscuro, anduvimos por los jardines y volvimos a disfrutar de su interior sin tomar fotos.

Cogimos un taxi, esta vez tardó un poco en llenarse, y volvimos a Timbu. El conductor era bueno, solo que en alguna que otra de las mil curvas de estos caminos se pensaba que estaba en un rally, pero llegamos sanos y salvos a casa.
Nuestra parada para comer fue en un sitio con estas maravillosas vistas, la comida bastante mala por cierto...


¡Hasta la próxima!