Con esta entrada inicio mi año en Bután. Un año que se espera prometedor y lleno de aventuras o, por lo menos, curiosidades.
Llegamos el 23 de julio pronto por la mañana después de una semana en Tailandia visitando amigos y buena comida. El vuelo de las 6.30am fue puntual y el viaje bueno, paramos en Calcuta y a la media hora seguimos a Paro, nuestro destino.
Paro es la segunda ciudad de Bután y está a 45 minutos en coche de Timbu, la capital. La carretera está tan llena de curvas que nuestra "compañera" Millan se mareó. Sí, habéis leído bien, fue Millan, no yo la que se mareó, yo me había tomado algo llamado biodramina, ¿lo conocéis?
El aeropuerto es precioso y está en un enclave icreíble, es una bonita entrada a este país y a los secretos que esconde.
Llegamos el 23 de julio pronto por la mañana después de una semana en Tailandia visitando amigos y buena comida. El vuelo de las 6.30am fue puntual y el viaje bueno, paramos en Calcuta y a la media hora seguimos a Paro, nuestro destino.
Paro es la segunda ciudad de Bután y está a 45 minutos en coche de Timbu, la capital. La carretera está tan llena de curvas que nuestra "compañera" Millan se mareó. Sí, habéis leído bien, fue Millan, no yo la que se mareó, yo me había tomado algo llamado biodramina, ¿lo conocéis? El aeropuerto es precioso y está en un enclave icreíble, es una bonita entrada a este país y a los secretos que esconde.
Por fin llegamos al Campus de RTC y nos llevaron inmediatamente a nuestro apartamento, allí nos esperaban las cajas de la mudanza. Como no nos gustó mucho ese primer apartamento, pedimos otro y este sí que nos gustó. La mitad de la casa da a un riachuelo y al bosque de coníferas y la otra mitad al campus y a las montañas, es muy tranquilo y grande. No nos dio tiempo ni a contemplar el paisaje tan verde que nos rodeaba.
Seguidamente nos llevaron a la ciudad a comprar provisiones y todo aquello que necesitáramos, volvimos tarde y a las 9pm ya estábamos durmiendo como ceporros.
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| Campus de RTC |
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| El riachuelo y bosque |
